Hoy he visto La cruda realidad. Tenía el temor de que no cubriera mis expectativas, pero en realidad las ha superado.
Es una película dulzona, en que todo es bonito. La protagonista es bonita, el chico es guapo, el apartamento de ella precioso incluido el gato. Todo el aspecto está muy cuidado.
El guión lo escribieron 4 mujeres y para mujeres es la película. Una comedia romántica que tiene todos los ingredientes para enganchar al espectador desde el primer segundo de película.
Todo empieza con Abby (Katherine Heigl), ella es productora de una televisión de Sacramento (California) que no consigue incrementar la cuota del share. Por el otro lado está Mike (Gerard Butler), es el presentador del exitoso programa La cruda realidad, que se emite en otra cadena. Una noche al volver a casa, casualmente su gato pasa por encima del mando de televisor y cambia de canal, es entonces cuando ella ve el programa y se enoja con los comentarios machistas de Mike sobre las relaciones entre hombres y mujeres. No lo puede evitar y llama al programa para ponerle los puntos sobre las íes, pero él es grosero con ella y eso la enoja bastante, tanto cómo para odiarle.
La mañana siguiente cuando Abby llega a la cadena de televisión, su jefe ha contratado a Mike para ser la nueva estrella. Y aquí la historia empieza con: no te quiero ni ver y evidentemente termina con: si no te veo me muero.
Es una película dulzona, en que todo es bonito. La protagonista es bonita, el chico es guapo, el apartamento de ella precioso incluido el gato. Todo el aspecto está muy cuidado.
El guión lo escribieron 4 mujeres y para mujeres es la película. Una comedia romántica que tiene todos los ingredientes para enganchar al espectador desde el primer segundo de película.
Todo empieza con Abby (Katherine Heigl), ella es productora de una televisión de Sacramento (California) que no consigue incrementar la cuota del share. Por el otro lado está Mike (Gerard Butler), es el presentador del exitoso programa La cruda realidad, que se emite en otra cadena. Una noche al volver a casa, casualmente su gato pasa por encima del mando de televisor y cambia de canal, es entonces cuando ella ve el programa y se enoja con los comentarios machistas de Mike sobre las relaciones entre hombres y mujeres. No lo puede evitar y llama al programa para ponerle los puntos sobre las íes, pero él es grosero con ella y eso la enoja bastante, tanto cómo para odiarle.
La mañana siguiente cuando Abby llega a la cadena de televisión, su jefe ha contratado a Mike para ser la nueva estrella. Y aquí la historia empieza con: no te quiero ni ver y evidentemente termina con: si no te veo me muero.
Me he sentido como si fuese yo la que me estaba enamorando. La química entre Heigl y Butler es enorme y traspasa la pantalla. La verdad es que me he reído en varias escenas, en la que más ha sido la del momento de la cena de negocios, dónde ella lleva unas bragas vibadoras y por cosas del guión pierde el mando. Lo encuentra un niño que está en otra mesa y como no sabe lo que es, empieza a tocar los botones. El resultado es al estilo de la escena de Cuándo Harry encontró a Sally (1989). También he encontrado divertida la escena del arrebato pasional en ascensor.
El final es total de Hollywood, globo incluido que me recordó una escena de Nikelodeon (1976).
La recomiendo a los amantes de la comedia romantica y a los que quieran pasar un buen rato.
Dirigida por: Robert Luketic
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